Entrevista con la Hna. Dorothy Okoli, que transforma la vida de las mujeres atrapadas en la prostitución

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La Hna. Dorothy Chinyere Okoli en las Hermanas Misioneras de San Juan Pablo II de María en Nkwelle Ezunaka, Anambra, Nigeria, en octubre
La Hna. Dorothy Chinyere Okoli en las Hermanas Misioneras de San Juan Pablo II de María en Nkwelle Ezunaka, Anambra, Nigeria, en octubre. Su organización, Save Young Girls Motherhood Foundation, ofrece programas gratuitos de reinserción y asesoramiento para chicas jóvenes atrapadas en la prostitución en hoteles y burdeles de los estados del sureste de Nigeria. (Fotografía de GSR/Valentine Iwenwanne)

GSR presenta este entrevista con la Hna. Dorothy Okoli en español. Lee la versión en inglés.

GSR presents this Q&A with Sr. Dorothy Okoli in Spanish. Read the English version.

NKWELLE EZUNAKA, Nigeria — Desde que comenzó su labor a principios de este año con un nuevo ministerio, la Hna. Dorothy Chinyere Okoli, de las Hermanas Misioneras de San Juan Pablo II de María (un nuevo instituto religioso femenino católico que fundó en Nkwelle Ezunaka, en Anambra, uno de los estados del sureste de Nigeria), ha dedicado gran parte de su tiempo a visitar hoteles para ayudar a su reinserción y aconsejar a las jóvenes atrapadas en la prostitución por falta de atención y asistencia de sus familias, el gobierno y la sociedad.

Okoli es la segunda hija de siete hermanos y nació en 1974 en la pequeña ciudad de Awka South del estado de Anambra (situado en el extremo sur de Nigeria), donde su padre vendía zapatos de hombre como comerciante.

En 1988, cuando estudiaba en el instituto de Onitsha (ciudad situada en la orilla oriental del río Níger, en el estado de Anambra), ella y sus padres asistieron a una expedición mensual organizada por un renombrado sacerdote católico de la región, el padre Emmanuel Edeh, conocido comúnmente como el Padre Edeh, sacerdote católico de la congregación del Espíritu Santo y fundador del Centro para la Paz, la Justicia y la Reconciliación, una organización religiosa.

Su deseo de ser monja se vio influido por uno de los sermones de Edeh sobre la aceptación de Cristo y la vida religiosa. Desde los 15 años, alimentó dicho deseo, pero fue rechazada por una congregación en la que quería entrar en 1993 debido a sus frecuentes enfermedades de fiebre y dolor abdominal. Así que esperó en oración hasta 2010, cuando entró en las Hermanas Trinitarias, donde fue llamada a una vida religiosa de castidad y servicio.

Hizo su postulantado entre 2010 y 2011, y su noviciado entre 2011 y 2012, antes de que la enfermedad comenzara de nuevo. Pero finalmente se curó después de visitar con la ayuda de las hermanas franciscanas la Basílica Catedral de Santo Tomás y Santuario Nacional de Santo Tomás, una basílica menor católica romana que se encuentra en Santhome, en la ciudad de Chennai, India.

Antes de ingresar en las Hermanas Trinitarias, se graduó en el Nwafor Orizu College of Education de Nsugbe (Anambra), donde estudió economía y lengua igbo. También obtuvo un certificado nacional de educación en la Universidad Estatal de Tecnología de Enugu, donde estudió orientación y asesoramiento. Después obtuvo un máster en inglés en la Universidad Chukwuemeka Odumegwu Ojukwu.

Okoli hizo sus primeros votos en 2016 en su nuevo ministerio con las Hermanas Misioneras de San Juan Pablo II de María, fundadas ese mismo año. El ministerio también se ocupa de los huérfanos y les proporciona educación gratuita. Hará sus votos definitivos el próximo año.

En julio de este año, creó la Fundación Save Young Girls Motherhood, un apostolado establecido bajo su ministerio para la reinserción de las trabajadoras sexuales.

GSR: Como monja, ¿por qué visita los hoteles para hablar con las jóvenes?

Okoli: Visitar hoteles para hablar con las jóvenes no era algo que creyera que formaría parte de mi trabajo. Empecé a ver la necesidad de hacer este trabajo cuando empecé a tener mujeres jóvenes que confiaban en mí cuando me visitaban aquí en el convento para compartir sus problemas, su experiencia de sufrimiento. A menudo narran experiencias horribles que han tenido en la vida y cómo afecta a su bienestar emocional, psicológico y mental.

Algunas llegan incluso al extremo de decirme que están cayendo en la tentación de acostarse con hombres por dinero. Las jóvenes de hoy en día sufren en manos de hombres que se aprovechan de su vulnerabilidad, hacen todo tipo de cosas con ellas con grandes promesas, atrayéndolas así a tener relaciones sexuales con ellos.

Algunas de estas chicas tienen formación profesional, pero se enfrentan a problemas de financiación para crear sus negocios, por lo que estos hombres aprovechan y les hacen promesas con condiciones.

Muchas de ellas se esfuerzan por ser hijas responsables, pero la pobreza y el desempleo las someten a una presión excesiva y a la desesperación por la supervivencia, lo que las hace susceptibles de ser víctimas de hombres que quieren sexo a cambio.

Descubrí cosas desgarradoras tras visitar hoteles en los estados de Anambra y Delta. En septiembre, visité tres hoteles en el estado del Delta, lo que me abrió los ojos y me provocó una sensación horrible. Descubrí que [hay más] chicas en esos hoteles de las que he conocido aquí en el estado de Anambra.

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Ada Okafor posa para una foto en Anambra, Nigeria.
Ada Okafor posa para una foto en Anambra, Nigeria. Se vio atrapada en el negocio de la prostitución por falta de cuidados y asistencia tras perder a sus padres hace más de 10 años. Cuida de su hijo de 10 años, que concibió mientras cursaba el primer ciclo de secundaria en su pueblo en el estado de Enugu, y también de sus dos hermanos menores. Ha pedido ayuda a la Hna. Dorothy Chinyere Okoli y a su organización, Save Young Girls Motherhood Foundation. (Fotografía de GSR/Valentine Iwenwanne)

Antes de embarcarme en ese viaje, recé y deseé lo mejor, y como Dios manda, muchas de las chicas fueron acogedoras. Incluso salieron y me abrazaron, algunas cogieron mi teléfono y empezaron a posar y a hacerse fotos con él.

Las chicas se lamentaron con pena, diciendo que no querían estar allí pero que llegaron a esa situación debido a las terribles condiciones en las que se encontraban sus familias. Una de las chicas dijo que esperaba alquilar una tienda y abrir un pequeño negocio de sastrería para poder mantenerse a sí misma y a sus hermanos en casa en cuanto reuniese suficiente dinero. Oír eso me conmovió mucho.

Pagan diariamente el alquiler a los propietarios de los hoteles. A veces, cuando se ponen enfermas y no pueden dormir con hombres, los dueños de los hoteles les piden que paguen aunque no tengan otros medios para conseguir dinero. No tienen otro lugar al que llamar hogar que las habitaciones de hotel donde viven y duermen con hombres.

¿Diría que su trabajo refleja el papel de la Iglesia católica a la hora de abordar este tipo de problemas?

Sí, refleja el papel de la Iglesia católica a la hora de abordar la decadencia de la sociedad y problemas de este tipo. Sentí la inspiración de fundar un instituto de religiosas llamado Hermanas Misioneras de San Juan Pablo II de María siguiendo los pasos del Papa Juan Pablo II, que todos sabemos que vivió una vida sencilla digna de ser imitada. Viajó por todo el mundo haciendo el bien a la humanidad, buscando almas para Cristo, tanto católicas como no católicas, cristianas y no cristianas.

Así que su estilo de vida refleja lo que yo estoy haciendo, y estoy siguiendo sus pasos, no solo como religiosa católica, sino como hija del Dios altísimo al que estoy llamada a servir, y de nuestra madre María.

Aparte de conocer a estas mujeres y sacarlas de la calle, ¿cuáles son otros retos que encuentra al realizar este trabajo?

Los retos son muchos, pero el que más está afectando a nuestro trabajo es la falta de financiación. Tenemos un gran número de chicas y esperamos encontrar a más que necesiten algún tipo de ayuda.

Cuando visité un hotel en particular aquí en Anambra, una de ellas corrió hacia mí inmediatamente cuando me vio y comenzó a contar sus necesidades, pidiendo ayuda y diciendo que no le gusta este lugar porque no le da dinero, y esto me revuelve por dentro cada vez que recuerdo las palabras que me dijo.

Me llaman por teléfono para que vaya a sacarlas de la calle, pero no tengo la capacidad financiera ni el alojamiento necesarios para ayudarlas a todas.

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Gift Gabriel en Anambra, Nigeria
Gift Gabriel en Anambra, Nigeria. Aprendió a coser antes de perder a sus padres en 2018 y 2019. No pudo montar el negocio por falta de financiación, así que se dedicó a la prostitución para sacar adelante a sus tres hermanas menores. Su tío se hizo cargo de las propiedades de sus padres y la envió a ella y a sus hermanos menores fuera de la casa tras la muerte de sus padres. Ha buscado ayuda en la Hna. Dorothy Chinyere Okoli y su organización, Save Young Girls Motherhood Foundation. (Fotografía de GSR/Valentine Iwenwanne)

¿Existen programas que tengan como objetivo ayudar a su reinserción y a la reconstrucción de sus vidas?

La verdad es que muchas de estas chicas son desfavorecidas en el sentido de que no tienen personas que las ayuden o apoyen a cumplir sus sueños. Algunas de ellas son huérfanas que abandonaron la escuela solo para mantener a sus [hermanos] menores que tampoco tienen a nadie que les ayude. Así que lo primero que reconocemos que influye en su decisión de hacer este trabajo es la pobreza y el desempleo.

Por mi experiencia con ellas, desean volver a casa pero no tienen nada a lo que recurrir. Así que intentamos ayudarles aconsejándolas para que se decidan a abandonar el oficio y se den cuenta de su valor en la sociedad.

Les proporcionamos programas para adquirir habilidades como sastrería, peluquería, comercio y otros conocimientos que puedan servirles para llevar comida a sus mesas. Siempre tratamos de averiguar qué tipo de habilidades desean adquirir. Algunas incluso te dirán que han perfeccionado una o dos habilidades pero que no tienen fondos para poner en marcha el negocio.

Siempre las visito con comida, bocadillos y otros artículos de regalo, y les agrada este gesto. Esa es una de las cosas que me atraen y que me hacen más fácil hablar con ellas, me reciben con alegría. Aprovecho la ocasión para explicarles mi misión y el motivo de mi visita. Hablamos como si fuéramos hermanas y familiares, y ellas se sinceran conmigo sobre sus problemas y retos.

A día de hoy, algunas de ellas han abandonado los hoteles y han vuelto a casa de sus familias después de mi asesoramiento, sin esperar siquiera a recibir más ayuda. Deseo que vuelvan a integrarse en la sociedad y que adquieran habilidades prácticas. En el caso de las que saben hacer negocios, deseo que monten el negocio que anhelan, aunque sea un pequeño puesto, pero la falta de financiación lo hace difícil.

Valentine Iwenwanne

Valentine Iwenwanne es un periodista independiente que reside en Nigeria y escribe sobre la salud mundial, el desarrollo y el medio ambiente para varias publicaciones, como The National y Vice World News.

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